29 septiembre 2014

Rinconera de cocina con almacenaje - IKEA


Hemos hecho reforma en casa. No era parte del plan de acción, pero tocaba. Entre otras cosas, hemos hecho nueva la cocina, de arriba a abajo. Hemos dado nuevas soluciones, para poder sobre todo tener toda la comida a mano allí, y hemos bajado la lavadora y la secadora a la despensa, abajo, con sus desagües y tomas, para tener al lado un cuarto de plancha. Eso ya lo trataré en otro post.
Ahora, la cocina, tal y como a quedado. Hemos mantenido casi todas las posiciones de muebles en los mismos puntos, pero eliminando muebles altos (la jefa tiene estatura de ibérica, del segundo estante hacia arriba estaban de adorno), sustituyendo la lavadora y secadora hemos ganado almacenaje, y con cajones grandes bajo los fuegos.
Aparte, lo más reseñable es la rinconera con almacenaje que queríamos poner para la mesa de la cocina. Busqué en todos lados, y sólo vi una ya fabricada, super cara. Pensé en hacerla yo mismo, pero se me iba a casi 200 euros. Las medidas están muy marcadas por la posición en la esquina y por las tomas del radiador bajo la ventana. Encontré, como tantas veces, una solución en IKEA. Tienen una banqueta blanca, con almacenaje, pensada para baño, que multiplicada por cuatro me da exactamente lo que yo buscaba. Es la Silverån, por 39 €, el total de las 4 suma 156 €. Es bonita, lacada en blanco, y además el hecho de que sean varias me permite cambiar de configuración. Podemos, además, poner cosas diferentes en cada una, para no mezclar las cosas de limpieza con, por ejemplo, un despensero de patatas y cebollas.
Sumando las cuatro, tenemos una bonita rinconera de 163,2 x 90,4, casi exactamente mis dimensiones límites, con una altura de 46,6 cm. Al poderse mover entre sí, y con mis pequeñas bestiecillas siempre pegando saltos, estoy pensando unirlas entre sí con unas sencillas pletinitas metálicas y tornillos autorroscantes, tarea sencillisima, y que no se puedan desplazar.
Por otro lado, para hacerlo más cómodo, he pensado en tapizarlo con hule (una opción nada absurda, el hule es hipersufrido ante el colacao, la cocacola, el tomate, el chocolate), aunque de buen acabado, es trabajoso, o en otro caso comprar unos cojines comerciales para silla, y fijarlos. Esta opción tiene todas las de ganar.

18 agosto 2014

Plan de Acción (I)

Efectivamente, vamos a pasar de 5 a 6, si Dios quiere, en unos 7 meses y medio. Estamos, hay que pluralizar, de 7 semanas.
Esto nos obliga a hacer, como le he dicho a Raquel, un plan de viabilidad. Es deformación profesional, y no tiene mucho sentido, lo estamos haciendo "a posteriori". Bueno, llamemoslo entonces plan de acción.
Nuestro plan de acción tiene que cubrir muchos aspectos, hay que desarrollarlo, porque este nuevo miembro (o miembros, aunque en ese caso el lío sería similar), nos obliga a cambiar muchas cosas de nuestra organización familiar. Antes que nada, hay que tener en cuenta unas cuantas premisas:
  • Vivimos en un chalet adosado al norte de la comunidad de Madrid. Es razonablemente grande, hay sitio para todos. Hemos hecho obra hace apenas un mes, renovando cocina, suelos, paredes..., lo que hemos de hacer ahora es reorganizar el uso de las habitaciones, para que quepamos todos. En principio, los tres peques van a seguir durmiendo juntos, les encanta, y además están más controlados. De todas formas, la reorganización debe permitir que sea más manejable todo, sobre todo para Raquel, ya que
  • Yo trabajo fuera de España. De cada 3 o 4 semanas, sólo paso una en casa, aparte de los fines de semana, que siempre regreso. Normalmente, paso las noches de viernes, sábado y domingo en casa, y las otras fuera, salvo la semana que me toque en España, que paso todas las noches con la familia. Sumando esto, más festivos y vacaciones, se puede decir que paso algo menos de la mitad de las noches fuera, algo más de la mitad con la familia. No es algo, además, que sea posible cambiar a medio plazo, hay que organizar todo con esa consigna. Por experiencia, y de cara al primer medio año de vida del bebé, esto es un problema importante. Dado el tiempo que Raquel está sola, tiene que tener todo facil, cómodo, ordenado, y aparte hay que analizar si necesitará ayuda permanente, aunque sea unos meses, justo antes del parto y ese medio año fatídico posterior a los hechos.
  • El colegio de los niños está en la ciudad de al lado, a unos 12 km. Eso supone, entre idas y vueltas, más de cincuenta kilómetros diarios para Raquel (los 3 están en el mismo colegio a partir de septiembre). El año pasado compramos un Scenic muy majo, de 5 plazas, que nos venía perfecto, con un consumo ridículo, comparado con el Chrysler Voyager que teníamos antes, que consumía un pozo petrolífero por mes él solito, pero que tenía 7 plazas. Ay, como la vamos a echar de menos, la "fregoneta"... En la Scenic, los 6, sencillamente no vamos a caber. Habrá que ver si utilizamos dos coches, siendo el otro un viejo 206 del padre de Raquel, y nos apañamos siempre así, (porque es bien cierto que la mayor parte de los traslados semanales puede hacerlos Raquel con el Scenic, y el ahorro en combustible es importante), o compramos además un 7 plazas, razonablemente barato, para cuando nos tengamos que desplazar los 6, con lo que podría tener ya una cierta cantidad de kilómetros, o vendemos el Scenic y compramos el 7 plazas en un estado óptimo, porque serviría para todo, y además no demasiado largo para qeu quepa bien en el garaje. Esto fue un problema con el Voyager, por que aparcarlo no era tarea facil, ni mucho menos, R lo dejaba la mayor parte de las veces directamente aparcado en la calle. Tenemos todas las opciones, pero cada vez que uno compra o vende un coche, pierde dinero, es ley de vida. Qué poco tino hemos tenido con la compra del Renault, caramba.

14 agosto 2014

Hola, holita

He estado dando vueltas por la red, desesperado, buscando un blog que me pudiera ayudar, y no he encontrado ninguno. Mi situación no es tan rara, y sin embargo merece un poquito de ayuda, de apoyo, de asesoramiento, de cariño, vaya: soy padre de familia numerosa, y va a ser más numerosa todavía.
Uno se encuentra siempre con blogs y webs de madres de familias numerosas, de familias especiales, con aficiones, situaciones, características, particulares en cada caso. Lees sobre amamantamientos, estrías, noches sin dormir, pataditas, gestión del llanto (de la madre y del niño), control de fieras, supernannies, varices, conciliación familiar, compras baratas, marcas de carritos, compras de uniformes, tipos de tetinas, libros escolares, sacaleches manuales o eléctricos (elección importante), subvenciones, Ikea, bajas por maternidad, nombres horteras, coches familiares, cuando quitar el pañal... Todo desde la óptica de una madre pero, como padre, hay cosas ahí que no me interesan o no puedo hacer nada sobre ellas, y sin embargo otras que no veo tratadas por ningún lado, o muy poco. Ser padre de una familia numerosa, no es moco de pavo. Esta clarísimo que es la madre la heroína número uno en una familia de este tipo, pero el padre tiene que hacer frente a retos para los que no está forzosamente tan preparado como lo está la madre para los suyos, ya sea por la educación, por el entorno o por la carga genética. Y hay muchos aspectos puramente logísticos y organizativos, que son todo un reto. Y más en nuestro caso, que ya contaré en detalle.
Raquel y yo (sí, Raquel, así se llama mi mujercita, pequeñita y gritona, pero tan tierna a veces que parece un peluche) tenemos a tres pequeños diablillos, que todo lo que tienen de traviesos lo tienen de encantadores: Lucas, el mayor, de 7 años, rubiales y artista, siempre soñando despierto; Marcos, el mediano, que cumplirá 5 años dentro de nada, morenazo de raza y preguntón impenitente; y Pedro, el benjamín, con 3 recién cumplidos, rubito a medio camino entre su hermano mayor y su madre, loquito por los coches. Por si hay alguna duda, no, ninguno se parece a mí, les sacan parecido a su madre, a su tío materno, a mi propia madre, pero mis genes parece que son transparentes, que no he puesto más que el cromosoma Y, y que el color azul de ojos morirá conmigo en esta familia.
O no. Acaso no. Por que ahora, por si no teníamos suficiente, nos hemos enterado de que tenemos otro bollo en el horno. O bollos, que en la familia tenemos varios precedentes. Estamos, parece ser, en la 7ª semana, nos quedan 33 de entretenimiento asegurado. Y luego, a seguir viviendo (siempre que todo vaya bien, claro), los seis. Dados los precedentes, supongo que habrá parto natural (el primero fue por cesárea, para permitir al médico irse de puente, ya contaré esa historia tan habitual actualmente otro día), pero el camino está despejado, el parto parece lo lógico.
Dentro de unos días acaban las vacaciones, iremos a la primera revisión, y a ver que pasa. En cualquier caso, que salga todo bien, y venga sano, y sea feliz. Vale.